En medio de las adversidades, es cuando más debemos de presentar nuestra vida en alabanza y adoración, pues es en estos momentos cuando más necesitamos la intervención sobrenatural de nuestro Eterno y Fuerte Dios.
Peleemos esta batalla con alabanza: Celebre la misericordia del Señor, enaltezca el nombre de Jesucristo, Reconozca el Poder y amor del Todopoderoso.
Tome tiempo para adorar, simplemente adorar la Presencia y la Persona de nuestro Dios. Tome tiempo para estar en la intimidad con el Espíritu Santo. Glorifique al Eterno Dios.
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