17/2/09

AMAR SU VENIDA




Gracias a Dios por las pruebas y tribulaciones, por los momentos difíciles, pues es en estos momentos donde el Espíritu Santo puede obrar en nuestro pensamiento, alma y espíritu.

Esto podría escucharse un poco extremo y en ocasiones hasta agresivo; sin embargo, hemos entendido que es através de diversas pruebas que vamos a entrar al Reino de los Cielos en la Biblia 1a Pedro 1:6-9 nos dice que las pruebas deben venir por un poco de tiempo, y es en ese breve tiempo donde nuestra fe es probada y sale a relucir el verdadero caracter de u hijo de Dios que es trasnformado por el Espíritu Santo.

Ahora bien, es en esos momentos donde nuestro espíritu se rinde y se humilla ante el Todopoderoso y se va haciendo cada vez más sensible y dispuesto para la obra de Dios. Así es como se va despertando poco a poco un clamor por la Presencia de Dios y por la venida de Jesucristo.
Tuve un sueño muy revelador en estas semanas, donde me encontraba en el día del Arrebatamiento y en un momento veía como una nube muy ligera iba bajando y cubría todo. En ese instante volteo a ver a mi alrededor y noto que algunas personas habían desaparecido, no así una adolescente y algunas personas miembros de la iglesia y me preguntaba ¿cuál sería la razón por la cual no habían participado del arrebatamiento?, y el Espíritu Santo me decía que era porque no había nacido en su corazón el anhelo por la venida del Señor Jesucristo. Así entendí que el Rey de reyes Jesucristo permite que las diversas pruebas por un breve tiempo, para que estemos bien preparados, santificados, entonados con el Espíritu Santo y anhelantes por ese día glorioso del arrebatamiento de la Iglesia.

Por tanto te digo: En los momentos de aflicción, ora, alaba a Dios, santificate, echa mano de la vida eterna y disponte por el Espíritu Santo a esperar anhelante la manifestación de Dios en medio de toda circunstancia.

La Biblia dice:
2a Timoteo 4:8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.
Apocalipsis 22:17 Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.

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